Pentecostes: nuevo fuego en tu corazon

A mediodía del domingo de Pentecostés, estuve en la parroquia hispanohablante de la cokatedral para celebrar la santa confirmación de 15 confirmandos, 14 de ellos jóvenes. Junto con el párroco Giancarlo Rizzo, celebramos la misa con la iglesia llena.

Fue un acto festivo del que después se hicieron muchas fotos. Después de la misa, hubo ocasión de conocer a la gente. Muchos de ellos pidieron una bendición para sí mismos o para sus seres queridos.

¡Enhorabuena de corazón a los confirmandos y a la comunidad parroquial española!

Homilía

No podemos prescindir del Espíritu Santo

Rutina

¿Alguna vez se sienten aburridos y estancados en la rutina? ¿Que las cosas, las relaciones con los demás, nuestras vidas, la escuela, el trabajo, nuestra fe, nuestras relaciones personales, son siempre iguales, no tienen nada nuevo que ofrecer, se han vuelto aburridas?
Lo mismo una y otra vez, tan predecible que ya no les inspira, el mismo patrón de siempre, ¿real­mente no hay nada que puedan hacer al respecto?

Quizás ahora estés pensando: ¡eso se puede solucionar! Simple­mente deja de hacerlo: búscate otro trabajo, deja los estudios, búscate otra esposa o esposo y abandona tu fe. ¿Es esa la solución cuando las cosas se han vuelto aburridas, una rutina?

Pero todos sabemos cuánto dolor y sufrimiento puede causar romper un matrimonio, y un trabajo diferente no siempre resuelve todos los problemas que tenías en el anterior, y si dejas la escuela sin un título, probable­mente te arrepentirás el resto de tu vida, y así sucesiva­mente.

Consi­derar cuidadosa­mente

A veces es real­mente necesario romper con el pasado y con lo que teníamos, pero eso es algo que hay que consi­derar muy cuidadosa­mente. Porque si nos rendimos demasiado rápido o con demasiada facilidad, será más difícil perseverar más adelante, cuando las cosas se pongan difíciles. Y si nos rendimos con demasiada facilidad, debilitamos nuestra fuerza interior para hacer lo correcto y mantenernos firmes en ello.
 Además, nunca podemos tomar buenas decisiones cuando nos sentimos deprimidos y vemos todo de forma negativa, en lugar de positiva.

Rezar

Y cuanto menos reces, más te disgustará rezar. Entonces tu relación con Dios se volverá cada vez más vaga y menos importante, hasta que desaparezca. Entonces te convertirás en un no creyente, pero ¿crees que eso te hará una persona mejor y más feliz, que experi­mentarás más paz como re­sul­tado? ¡No lo creo! Es mejor buscar nuevos impulsos para tu vida de fe si esta tiene menos que ofrecerte.

La situación

Y, por supuesto, todo es muy diferente depen­diendo de la situación: si tu marido es violento, tienes que divorciarte por tu seguridad y la de tus hijos, por ejemplo. Y es diferente si terminas una relación de noviazgo o una ami­stad que si decides no continuar con un matrimonio. Esto significa que siempre hay que consi­derar y sopesar cuidadosa­mente las cosas antes de dar un paso importante. ¿Es esto lo que Dios quiere de mí?

Nuevo fuego 

Pero lo que sin duda será necesario, si las cosas se han convertido en rutina, es que encuentres una nueva inspiración, un nuevo fuego en tu corazón, para que las cosas buenas y bellas de tu vida vuel­van a brillar. Esa es la obra del Espíritu Santo.

Una vida inspirada

Porque, en efecto, para todo esto necesitamos al Espíritu Santo que descendió sobre los discípulos de Jesús en Pentecostés. Necesitamos la luz del Espíritu Santo para tomar buenas decisiones, necesitamos la luz del Espíritu para perseverar y continuar, necesitamos la luz del Espíritu Santo para vivir una vida inspirada.
Cuando rezamos al Espíritu Santo y le pedimos que renueve la faz de la tierra, no queremos decir que todo deba cambiar necesaria­mente, sino ante todo que podamos vivir y experi­mentar nuestra vida con la luz del Espíritu Santo.

Allegria

Y a menudo eso es suficiente: cuando estamos abatidos, un poco deprimidos, no vemos todo tan color de rosa, entonces la vida es como un día gris y triste; cuando estamos felices, llenos de alegría, la vida es como un día hermoso, soleado y cálido. Cuando hay alegría en vuestro corazón, podéis ver mejor, elegir mejor, sopesar mejor las cosas.

Pentecostés

Hoy celebramos la venida del Espíritu Santo sobre los apóstoles. Antes de ese momento, estaban cerrados, recluidos, un poco deprimidos, bajo la impresión de cosas negativas, como el sufrimiento y la muerte de Jesús. Después de la venida del Espíritu Santo, se llenaron de entusiasmo, salieron y proclamaron sin miedo.

Ven, Espíritu Santo

Por eso también queremos rezar hoy: Ven, Espíritu Santo, renueva nuestros cora­zones, ilumina nuestras mentes, haz que tu luz brille sobre nuestras decisiones y nuestras consi­deraciones. Y cuando experi­mentemos la rutina, cuando encontremos nuestras vidas aburridas y sin esperanza, danos ante todo esa inspiración, esa alegría espiritual y esa fuerza a través de las cuales podamos tomar buenas decisiones y perseverar en lo que es bueno, bello y verda­dero. ¡Ven, Espíritu Santo, ven también sobre nosotros!

Queridos confirmandos, hoy reciben el don del Espíritu Santo en la Santa Confirmación. Espero que siempre recen al Espíritu Santo para pedirle inspiración y fuerza, sabiduría y discernimiento.